Un equipo del centro de investigación de la Fundación Pasqual Maragall ha desarrollado un algoritmo de inteligencia artificial para detectar a personas cognitivamente sanas pero con indicios de cambios patológicos en el cerebro que pueden beneficiarse de estudios de prevención del alzhéimer.

Según ha explicado el jefe del grupo de Neuroimagen del Barcelonaßeta Brain Research Center (BBRC), centro de investigación de la Fundación Pasqual Maragall, y líder del proyecto, Juan Domingo Gispert, usar este algoritmo permitirá reducir un 67% las pruebas selectivas innecesarias y hasta un 50% los costes de reclutamiento de personas para estos estudios.

RESONANCIA MAGNÉTICA / El proyecto, que se enmarca en el programa CaixaImpulse de La Caixa, ha desarrollado el algoritmo a partir de imágenes de resonancia magnética. «El proyecto prevé hacer una prueba de concepto en un entorno de mundo real que nos permitirá estudiar qué valor puede tener nuestra tecnología para la sociedad», según Gisbert, que ha recordado que aunque actualmente el alzhéimer no tiene cura, está demostrado que la enfermedad tiene una fase preclínica de hasta 20 años.

Durante esta fase, las personas no tienen síntomas cognitivos, como pérdida de memoria, pero pueden presentar una acumulación anómala en el cerebro de beta amiloide, una proteína relacionada con el desarrollo del alzhéimer, por lo que estudiar esta etapa es esencial hacer tratamientos preventivos de la demencia antes de que aparezcan los primeros síntomas.

Para identificar los cambios en el cerebro de personas cognitivamente sanas, son necesarias dos pruebas estándar: una punción lumbar y una tomografía por emisión de positrones (PET), que son pruebas invasivas y costosas, lo que hace que la detección sea dificultosa.