Al pintor Antonio López le disgusta que digan de su obra que está hecha con detalle fotográfico, a excepción de quien lo diga "como una virtud porque la fotografía tiene sus propias reglas y quien no lo vea es que no conoce mucho el mundo de la pintura". Los campos, bodegones, retratos, objetos de su Tomelloso natal, las grandes panorámicas de Madrid y sus personajes a veces fantasmagóricos le han valido a su realismo el calificativo de singular, pero el pintor lo toma con toda naturalidad. "Como cada uno tiene su cara, su nariz... tiene su peculiaridad, es inevitable". Este fin de semana ha sido el invitado de honor de Caja Extremadura con motivo del XXIV Salón de Otoño de Pintura de Plasencia, donde ha elogiado el nivel de los concursos como éste "porque en España se pinta muy bien en general, pero los pintores jóvenes necesitan de los concursos".

Su apego por representar las cosas más sencillas y cotidianas se puede entender como la trascendencia y universalidad del mundo que nos rodea, pero también como cierto anacronismo y mirada al pasado.

-- En general los artistas figurativos trabajan sobre lo que tienen alrededor. Es un fenómeno natural que ha ocurrido siempre; ocurrió en el arte griego, en el Renacimiento, con los impresionistas, Velázquez cuando vivió en Sevilla pintó Sevilla y cuando vivió en Madrid, Madrid y es una cosa inevitable cuando trabajas sobre la realidad. Lo que piensen los demás o un número determinado de personas con otras apetencias pues es cosa de ellas.

¿Usted prefiere hablar de cierto existencialismo?

-- Yo no lo digo con palabras, lo digo con mi pintura. Si lo he dicho es cuestión de que la gente lo vea, si no lo ve pues allá ellos. El pintor no puede dejar el guión del cuadro colgado del marco y hay que dejar que los demás tengan libertad de opinar y hacer su propia lectura.

Nació en el año en que estalló la Guerra Civil. ¿Que algunos de sus personajes como La niña muerta parezcan apariciones fantasmagóricas tiene algo de denuncia social?

-- No, yo he trabajado cosas que me han impresionado sencillamente para mostrarlas y después la gente que saque sus conclusiones. No he hecho una pintura o una escultura de carácter social específico porque no me ha interesado, lo que pasa es que todo acaba hablando de lo social. ¿Que en algunos cuadros hay misterio? Es que el arte en sí es un misterio.

¿Su leyenda popular arranca con la exposición del Reina Sofía y con la película de Víctor Erice que muestra su proceso creativo o con su obras inacabadas o los cuadros que se permite descolgar para retocar?

-- Lo primero puede ser porque he hecho muy pocas exposiciones y lo segundo es algo natural, aunque poco corriente.