Alrededor de unos 70 inmigrantes de origen subsahariano han logrado saltar este juevesla valla fronteriza que separa Melilla de Marruecos en un intento de entrada irregular de un grupo formado por unas 400 personas "después de una noche de intensa presión fronteriza".

Según ha informado la Delegación del Gobierno, alrededor de 300 han logrado superar el despliegue de las fuerzas auxiliares marroquís y, a la carrera, han protagonizado un salto a la valla sobre las ocho de la mañana, por la zona del perímetro fronterizo cercana al arroyo de Beni-Enzar.

Las primeras estimaciones provisionales de la Guardia Civilapuntaban a que alrededor de cien podrían haber entrado a la ciudad autónoma, si bien la cifra ha sido rebajada posteriormente a unos 70.

El resto de los inmigrantes que han intentado entrar han sido contenidos por el dispositivo antiintrusión que ha desplegado la Guardia Civil, con varias patrullas de la Agrupación de Reserva y Seguridad (ARS) en la frontera y la cooperación de las fuerzas auxiliares marroquís.

Un subsahariano ha tenido que ser atendido por los servicios sanitarios a instancias de la Guardia Civil por una posible fractura de tobillo.

TORNILLOS EN LOS ZAPATOS

Los subsaharianos que han logrado entrar a Melilla han ido corriendo por el casco urbano de la ciudad autónoma con sus gritos y cánticos de victoria "bossa, bossa", mientras se dirigían corriendo al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI).

Muchos de ellos iban descalzos al llevar en la mano sus zapatos con tornillos adosados en la suela para poder ayudarse a saltar la valla fronteriza que separa Melilla de Marruecos.

En el CETI les esperaban muchos compañeros, junto con los que han celebrado esta nueva entrada de inmigrantes a Melilla, una de las más numerosas de este año, después del último salto que se había registrado en la valla el 4 de septiembre, cuando más de un centenar de inmigrantes lograron entrar a Melilla en un intento de alrededor de 250.