Barcelona, Madrid y Valencia, las ciudades españolas con más tráfico, tienen unos niveles de contaminación ambiental que triplican a los registrados en los países escandinavos, Alemania o Londres, asegura el doctor Jordi Sunyer, epidemiólogo del Instituto Municipal de Investigación Médica (IMIM). Esas capitales restringen la circulación de vehículos.

Los días en que el aire de Barcelona y su entorno alcanzan los máximos niveles de contaminación sube la mortalidad y hay más ingresos hospitalarios por fallos cardiorrespiratorios o asma. Esta relación, demostrada desde 1991 con los datos epidemiológicos de la ciudad, lo causan fundamentalmente los gases y las partículas metálicas que desprende el tráfico de vehículos, afirma el doctor.