Ibuprofeno 600 gramos. Es un ejemplo de lo que ahora pueden leer los invidentes de los medicamentos que necesitan porque es lo único que está escrito en braille. Pero el placentino José María Pérez Ramos, junto con otro equipo de cuatro personas, han desarrollado un sistema que da voz a los medicamentos gracias a la tecnología NFC integrada en el teléfono móvil.

El proyecto se denomina PharmaFabula y el funcionamiento es tan sencillo que bastaría con acercar el móvil a una pegatina adherida al medicamento y que previamente habría elaborado el farmacéutico a través de un sistema informático. Entonces, el teléfono, con un sistema parecido al bluetooth, reproduciría en forma de audio la información sobre el medicamento que el farmacéutico hubiera introducido.

Según José María Pérez, el sistema es "útil y práctico porque muchos invidentes se quejan de que ahora solo conocen el nombre y los miligramos de los medicamentos y, si la impresión en braille está desgastada, no la pueden leer. Además, hay mucha gente que se queda ciega con el paso de los años y no aprende braille".

Este placentino es ingeniero informático por la Universidad Pontificia de Salamanca, donde el pasado año desarrolló el proyecto con una beca del Club de Innovación del centro junto al también alumno Fernando Fernández; el director del club, Miguel Angel Sánchez; la subdirectora, Monserrat Mateos y el director del proyecto, Juan Agustín Fraile.

"Colaboramos mucho con la ONCE y se nos ocurrió la idea porque nos parecía beneficioso para los invidentes, pero también para las personas mayores que tienen problemas de visión".

El usuario solo necesitaría un móvil con tecnología NFC, que "no es difícil de encontrar porque la tienen muchos Nokia y Samsung, aunque el boom está por llegar", vaticina.

Eso sí, se necesita la colaboración de los farmacéuticos porque es necesario instalar un programa informático para que puedan elaborar las etiquetas que "pueden ser personalizadas e incluir la dosis necesaria para cada paciente. A ellos no les supondría ningún gasto, solo el tiempo de elaborar las etiquetas", señala José María.

Por eso, quieren poner en marcha un proyecto piloto con la cooperativa de farmacias de Salamanca y, si sale bien, le gustaría "llevarlo a Extremadura para que se beneficien las personas de mi tierra", aunque advierte que falta financiación.

Aún así, su idea ya ha sido reconocida a nivel internacional porque el proyecto ha sido el único procedente de una universidad española seleccionado para el NFC Forum Global Competition 2010, en el que este mes se medirá con ideas de centros de Alemania, Japón, Reino Unido, Bélgica, Francia y Pakistán.