"Este es un día especial porque la NASA vuelve al espacio, aunque sea un lanzamiento normal". Thomas R. Fries, director de operaciones de la NASA, disfrutaba del éxito del Discovery en el hotel Boston de Zaragoza. Apenas cuatro horas después de que la nave iniciara el vuelo, Fries comentaba la operación con varios expertos de la agencia que durante tres semanas han permanecido en la ciudad para preparar un posible aterrizaje de emergencia.

La NASA había previsto tres alternativas en caso de problemas, pero Zaragoza fue la preferida frente a Morón (Sevilla) e Istres (Francia) por las buenas condiciones meteorológicas del martes. Un factor clave al que se añadieron "las dos pistas y las buenas medidas de seguridad" que poseen las instalaciones militares de Zaragoza, dijo Fries. "Es el lugar perfecto".

Unas 75 personas --militares, ingenieros, bomberos, astronautas...-- vivieron con excitación los momentos previos al despegue, pero, pocos minutos después del lanzamiento, el centro de control en Houston envió un mensaje a la tripulación: "Ya habéis pasado Zaragoza". "Yo no tenía conexión con Collins --dijo Fries--, pero la notificación de que se había sobrevolado la ciudad era una forma de explicó que no habría aterrizaje de emergencia".