ALTO EL FUEGO

TNtos agita y me regurgita, desde el miércoles, el comunicado de la banda terrorista ETA dirigido al pueblo vasco y anunciando un alto el fuego . Es escueto y conciso, con la estrecha locuacidad de los matones, lleno de amenazas veladas y hablando de un proceso democrático que, en labios de estos asesinos, retumba especialmente sangrante. Al mismo tiempo, instan a todos los agentes (¿?) a que actúen con responsabilidad, a las autoridades de España y Francia a que dejen a un lado la represión , y a los ciudadanos y ciudadanas vascas, cómo no, a que se impliquen en este camino de superación del conflicto . Nada dicen estos pandilleros de cesar en la extorsión, en el insulto ni en la coacción. Y por supuesto nada de arrepentimiento ni de dejar las armas. Sólo hablan de dormir las pistolas en sus fundas, con bala en la recámara, para que se haga lo que ellos dicen. Y, claro, con esa espesura pringada de matonismo y chulería babosa a la que nos tienen acostumbrados. O sea, la imposición de un borrón y cuenta nueva de quien mueve los hilos de la vida y de la muerte. Y en el horizonte la autodeterminación del País Vasco, la anexión de Navarra, la unificación, si no la liberación, de los criminales presos y toda la letanía de exigencias ya sabidas.