La universidad pública pierde estudiantes en España. En solo tres años académicos, los que van del curso 2004-2005 al 2006-2007, la cifra de alumnos matriculados descendió un 3,5%. Al tiempo los centros privados han crecido un 7%.

El tamaño del sector público universitario, que en el curso 2006-2007 contaba en sus 42 universidades con 1.268.031 estudiantes, dista de las proporciones de la red privada, que escolarizaba a 142.409 en 23 instituciones de educación superior, pero en un trienio las diferencias se han acortado en casi 55.000 matriculados, según los datos difundidos ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

La población que frecuenta las aulas sigue descendiendo lenta, pero inexorablemente. Los que seguían estudios de primer ciclo (diplomaturas) y segundo ciclo (licenciaturas) en el último curso objeto de estudio eran 36.439 menos que en el 2004. Si nos remontamos a la comparativa de una década, la universidad española ha perdido 126.000 alumnos entre los cursos 1996-1997 y 2006-2007. En ese mismo intervalo temporal ha ganado 26.874 profesores, los que van de los 86.362 de hace 10 años a los 113.236 actuales.

Los datos del INE muestran la creciente feminización de la universidad, donde las mujeres representan ya el 54,4% de la población escolar. Estas son, además, las que terminan antes los estudios. De los 182.500 universitarios que en el 2007 completaron satisfactoriamente la carrera, el 61% eran mujeres.

En los estudios de tercer ciclo, los que dan acceso al doctorado, las féminas superan igualmente a los hombres, pero se detecta una gran desigualdad en el ámbito de la ingeniería y la tecnología, especialidades en las que, como en las etapas universitarias anteriores, son minoría. La presencia de mujeres entre el profesorado no guarda parangón con el peso que las alumnas han adquirido en la comunidad estudiantil. 37 de cada 100 docentes que ejercían en el curso 2006-2007 eran profesoras.