Anunció que no quería entrar al trapo de las provocaciones del Partido Popular, pero ante los reiterados puyazos de la bancada conservadora, acabó embistiendo. Es su carácter. La ministra de Fomento, Magdalena Alvarez, zanjó el debate sobre la difusión del vídeo del accidente Barajas con una contundente amenaza: "Usted se atreve a decirlo aquí, pero dígalo fuera y verá como le pongo en los tribunales para que muestre si yo he dado el vídeo o no". Una versión parlamentaria del bravucón "esto no me lo dirá usted en la calle".

La sesión de control del Congreso de los Diputados, trasladada desde este periodo de sesiones a primera hora de la mañana, dormitaba tras oír las divagaciones de Pedro Solbes sobre la crisis cuando el Partido Popular decidió añadirle algo de salsa. Tocaba arremeter contra Magdalena Alvarez y lanzó a sus huestes más fieras con munición de grueso calibre. La diputada canaria María del Carmen Guerra, de segundo apellido también Guerra, la acusó de mezquina, mediocre y de falta de generosidad y de respeto. Todo a cuenta de la difusión del borrador del informe preliminar de la comisión de investigación, del vídeo y de las cintas del accidente aéreo de Barajas del 20 de agosto.

La ministra toreó a Guerra Guerra con elegancia. Pero ahí entró en escena el especialista popular en infraestructuras, Andrés José Ayala, que en la comisión de Fomento donde Alvarez había dado cuenta del accidente ya pareció sentirse incómodo ante el discurso conciliador de su partido. En su primer envite de ayer, acusó a la ministra de Fomento de filtrar para intentar desviar "la atención de los fallos de la gestión del accidente" sobre los que tiene "una responsabilidad ineludible". Y esgrimió una hoja con un supuesto número de fax de Fomento desde donde se supone que se enviaría el borrador. "¿Qué va hacer para que Fomento no parezca una república bananera?", acabó.

SEGUNDO ENVITE La ministra, tranquila, respondió: "voy a intentar no entrar al trapo". Y Ayala lanzó el segundo envite. Le acusó de haber filtrado "en el momento oportuno para a ocultar la verdad". También de presionar e influir en la comisión, de manipular el informe sobre el siniestro, al que restó todo crédito. Al final, utilizó a las víctimas para pedir su dimisión.

"Voy a respirar dos veces antes de contestarle", empezó la ministra, pero no respiró ni media. Embistió con todo. Acusó a Ayala de usar la mentira del PP, como con las armas de Irak o el accidente del Yak-42 y de tratar de "invalidar las conclusiones de la comisión antes de que existan". Respecto a la difusión del vídeo y del borrador, le retó a esperar lo que diga la justicia. "¿Saben ustedes quién va a decidir quien ha filtrado? El juez. Y ustedes tendrán que pedirme perdón", le vaticinó, no sin antes lanzarle el reto poco torero de que diga lo que ha dicho en la calle.