La secretaria general de AI, Irene Khan, la primera mujer musulmana y asiática que dirige esta organización, expresó ayer su preocupación por los inmigrantes y refugiados en España, la desigual protección que reciben las víctimas de violencia doméstica y por la existencia de casos de tortura y maltrato.

En rueda de prensa para exponer los resultados de su primera visita a España, durante la cual se ha reunido con representantes de la sociedad civil, del Gobierno central y de gobiernos autonómicos, Khan explicó que hay "grandes expectativas" acerca de que el nuevo Ejecutivo español situará los derechos humanos en el primer lugar de su agenda política, tanto dentro como fuera de sus fronteras.

Tras subrayar que en su entrevista con el jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el ministro de Exteriores, Miguel Angel Moratinos, percibió un clima de colaboración muy positivo, la responsable advirtió que "la credibilidad en materia de derechos humanos en el exterior dependerá de cómo se afronte en el interior. No debe haber desequilibrios entre lo que se dice en el extranjero y lo que se hace dentro".

PREOCUPACIONES La secretaria de Amnistía, cuya dirección asumió en 2001, destacó que sus preocupaciones en España se centran en las denuncias por torturas y maltrato -incluidos las motivadas por racismo-; las limitaciones a las solicitudes de asilo, la violencia doméstica, las víctimas de la "guerra civil y del régimen franquista" y los detenidos en régimen de incomunicación.

Sobre esto último avanzó que la próxima semana tiene prevista una reunión con el ministro del Interior, José Antonio Alonso, en que le pedirá revisar el tema de la detención en régimen de incomunicación, "que tiende a facilitar la tortura, no sólo en España sino en todo el mundo".

Matizó que cuando se refiere a torturas y malos tratos no sólo alude al País Vasco sino a todo el país, unas prácticas que no son "sistemáticas", pero "AI, la ONU y la Comisión para la Prevención de la Tortura del Consejo de Europa, una y otra vez han documentado denuncias serias".

"En el pasado -dijo- la negación ha alimentado el ciclo de torturas y maltrato, el nuevo Gobierno debe afrontar estos asuntos, investigando exhaustivamente y dejando claro que habrá tolerancia cero".

Precisamente, la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, declaró ayer en la rueda de prensa posterior al Consejo de ministros que desconoce el informe de AI, pero -dijo- se estudiarán las denuncias si las hay.

Khan subrayó además su preocupación por la situación de amenazas, coacciones y "clima de miedo" generado por ETA en el País Vasco, e indicó que este tema lo abordó con el lehendakari, Juan José Ibarretxe, y la Defensora del Pueblo de esa comunidad autónoma, en donde "nos dicen que hay 40.000 periodistas, funcionarios, jueces o académicos que necesitan protección especial".

VALORACIONES Sobre la violencia doméstica, Irene Khan -que ha entregado al Ejecutivo un documento de trabajo con las bases de un Plan de Acción de Derechos Humanos para España-, valoró la iniciativa de aprobar una ley para erradicar dicho fenómeno, "uno de los derechos humanos más graves y con mayor número de víctimas en España".

En su opinión, es necesario que todas las mujeres amenazadas, "estén donde estén, sean españolas o extranjeras, vivan en ciudades o en el ámbito rural, tengan la misma protección, sin excepciones.

Por último, AI cree que en un contexto de aumento de inmigración en España, "hay un recorte de derechos fundamentales de la persona".