Por mucho que una de las principales promesas del PP en campaña electoral fuera revertir Madrid Central, la movilización de buena parte de la ciudadanía a favor de la medida implantada por Manuela Carmena, la decisión de hasta tres jueces de mantener las multas a los vehículos que incumplan las restricciones y dejar sin efecto la moratoria del actual consistorio y, por último, la amenaza de multa millonaria por parte de la Unión Europea hará que el Ayuntamiento -ahora en manos de PP y Cs, con el apoyo externo de Vox- recapacite, según prevén las organizaciones ecologistas.

O se vuelven anti sistema o la decisión de la Comisión Europea de llevar a España al Tribunal de Justicia por incumplir la legislación comunitaria sobre calidad del aire les hará redoblar los esfuerzos, como hicieron otros países durante un proceso sancionador similar, sostiene Juan Bárcena, responsable de calidad del aire de Ecologistas en Acción.

La decisión de la UE es el remate definitivo que obligará al Ayuntamiento a dar marcha atrás y a proponer medidas que frenen la contaminación y que contemplen restricciones a los vehículos, no les va a quedar más remedio, apuntala Adrián Fernández, responsable de movilidad de Greenpeace.

LA COMUNICACIÓN

Eso sí, las organizaciones ecologistas son conscientes de que, ante el sonoro rechazo del PP al Madrid Central, el alcalde, José Luis Martínez-Almeida, hará comunicativamente lo que pueda para convencer a los ciudadanos de que ha cumplido su promesa, cambiando el área de nombre, modificando las condiciones, las calles afectadas, etc.

De momento, el consistorio ha señalado que presentará ante la UE, durante los próximos meses, un modelo alternativo al diseñado por Carmena, que incluía el Madrid Central y otras muchas disposiciones contenidas en el Plan A de Calidad del Aire, para paliar la polución y evitar la posible sanción a España. El mantra del nuevo alcalde es que hay que adoptar medidas de contención de la contaminación para los 21 distritos que componen la capital, y no sólo el de centro, si bien, aún no ha detallado cuáles serán esas acciones, salvo algunas pinceladas incluidas en el acuerdo de Gobierno con Cs o anunciadas por portavoces municipales, como los aparcamientos disuasorios, el impulso de carriles bus o el cierre de las entre 300 y 500 calderas de carbón que quedan en Madrid.

ALTERNATIVAS IRRELEVANTES

Si bien, según las oenegés medioambientales, estas medias son irrelevantes o ya están incluidas en el Plan A de Carmena y lo que dice la UE es que ese plan es insuficiente, con lo que no pueden bajar aún más el listón, avisa Juan Bárcena. Mientras que el portavoz de Greenpeace sostiene que Madrid, sí o sí, tendrá que impulsar medidas efectivas de restricción del tráfico y dejar de tirar balones fuera, al igual que hicieron los seis países que fueron denunciados por la UE en el 2018, entre ellos Francia o Reino Unido.

Asimismo los grupos ecologistas solicitan al Gobierno central que también se mueva, aunque las competencias estén transferidas. A este respecto, aplauden la decisión, ratificada por Pedro Sánchez en el discurso de investidura, de obligar a las ciudades de más de 50.000 habitantes a aprobar áreas protegidas similares al Madrid Central. Asimismo, si logra formar Gobierno, le conminan a construir más carriles Bus-Vao, a realizar más inversiones en el transporte público, especialmente en cercanías, y a implantar el impuesto al diesel.