Una menor del instituto Talaia de Hondarribia (Guipúzcoa), donde estudiaba y se suicidó Jokin C. L., se ha visto obligada a cambiar de centro por las vejaciones a las que le sometían algunos alumnos, quienes han contactado con sus nuevos compañeros para que sigan acosándola.

José Manuel Susperregui, portavoz de los organizadores de la manifestación que el sábado recorrerá Hondarribia en apoyo a la familia del joven fallecido, desveló ayer este nuevo caso de acoso escolar y dijo que la víctima está "sufriendo muchísimo", ya que, a pesar de haber cambiado de instituto y marcharse a uno de San Sebastián, allí la están volviendo a "machacar". Su familia tiene miedo a que sea identificada.