El Ayuntamiento de Amsterdam ha presentado un proyecto que incluye el cierre, en un período de 10 años, de la mayor parte de los escaparates de prostitutas de la zona más turística del Wallen, el conocido barrio rojo de la capital holandesa.

El alcalde de Amsterdam, Job Cohen, ha explicado durante la presentación que "la imagen romántica del Wallen es tiempo pasado", y ha avanzado los planes del consistorio. Solo se permitirá un número reducido de escaparates en las inmediaciones de las calles de Oude Niewstraar y de Oudezijds Achterburgwal, también en el centro de la ciudad, pero bajo condiciones muy estrictas.

Con este lavado de cara a la capital, el municipio quiere poner fin a la trata de mujeres y al blanqueo de dinero que, según el ayuntamiento, todavía se produce en el sector a pesar de que la prostitución fue considerada una profesión legal en el 2000.

Cohen ha explicado que no se trata de terminar con la prostitución sino de "reducirla", y, aprovechar el espacio para habilitar viviendas, tiendas, estudios de pintura, cafés, restaurantes y hoteles, al mismo tiempo que se hará todo lo posible para evitar que ese sector no se esconda en el circuito ilegal tras el saneamiento de la zona.

El consistorio considera que la capital holandesa tiene suficientes atractivos como para que este proyecto no reduzca el elevado número de turistas.