Ana Julia Quezada ha pasado sus primeras horas en prisión «sorprendentemente serena y tranquila», informan fuentes penitenciarias, que le han aplicado el protocolo antisuicidios y adjudicado una interna de confianza, para acompañarla y evitar que se autolesione. También pidió hablar con su madre, a la que le aseguró que se encontraba bien y solicitó apoyo económico : «Le dijo: ‘mándame dinero’».