La abogada acusada de encargar a un sicario el asesinato de su exmarido en Ciempozuelos (Madrid) ante el temor de perder la custodia de la hija común, negó ayer los hechos en la Audiencia Provincial de Madrid diciendo que nunca pidió a nadie cometer ese crimen, ni siquiera que se le diera un susto.

La declaración de María Dolores M.P., para quien el fiscal solicita 39 años de prisión, fue la única celebrada en el primer día del juicio, y en el que también se sientan en el banquillo otros dos procesados.

Se trata de Eloy S.B. --que se enfrenta a 39 años de cárcel--, dueño de una empresa de seguridad privada y que presuntamente contactó con el tercer acusado, Charles Michael G.C. --para quien el fiscal pide 43 años de prisión--, presunto autor de los disparos que acabaron con la vida de Miguel Angel S.P.

El interrogatorio a María Dolores comenzó después de que en la sala se escucharan unas conversaciones telefónicas en las que la acusada, tras conocer la muerte de su exmarido, dice a algunos familiares y conocidos que éste se puede "pudrir bajo tierra" y que "se lo coman las víboras".

"Está siendo malo hasta después de muerto", afirma en otra conversación María Dolores, que negó haber temido en algún momento perder la custodia de su hija, que entonces tenía 7 años.

"Tengo sentimientos encontrados, a veces le odio y otras no", señaló al ser preguntada sobre los sentimientos que en la actualidad alberga hacia su exmarido. La acusada sostuvo que hasta después de la muerte de Miguel Angel no supo el contenido de la sentencia que concedía a éste la custodia de la niña, y dijo que al conocerla se enfadó "muchísimo". Sin embargo, el fiscal afirma que conocía el fallo antes de la fecha del crimen, ocurrido el 14 de marzo de 2007, y que ese fue el móvil del mismo.

María Dolores lleva 3 años y medio en prisión. Su hija se encuentra en régimen de acogida de la Comunidad de Madrid.