El Servicio Andaluz de Salud (SAS) deberá indemnizar con 601.012 euros (100 millones de pesetas) a los padres de un niño que sufre una grave neuropatía, con minusvalía del 91%, por un error de actuación al administrarle la vacuna de la difteria, tétanos y tosferina hace 10 años, cuando el menor tenía 4 meses.

La sentencia, dada a conocer ayer, considera probado un "incorrecto funcionamiento del servicio público", ya que pese a que el pequeño presentaba síntomas de dolencia neurológica desde su nacimiento, no se tomaron precauciones ni se le realizó estudio alguno antes de ponerle la vacuna, como exigen los protocolos del propio Servicio Andaluz de Salud.

ENFERMEDAD AGRAVADA Como resultado, la enfermedad que sufrió el pequeño se vio agravada. Cuatro días después de vacunarse en un centro de salud de Ginés (Sevilla), el niño fue ingresado por sus progenitores con un cuadro de encefalopatía no filiada, que le impide desarrollar su vida normal al presentar severas minusvalías físicas y mentales.