El pasado marzo, fue detenido en Bilbao el presidente de Anesvad, José Luis Gamarra, por presunta apropiación indebida de fondos. La entidad, dedicada a atender a personas afectadas por lepra, gestiona cada año unos beneficios de 35 millones de euros y cuenta con 160.000 socios benefactores. El organismo fue fundado en 1968 por el jesuita bilbaíno Javier Olazabal y nunca fue admitido en la coordinadora de oenegés de Euskadi por su atípica forma de presentarse y funcionar.