Ayer murió en una clínica de Roma Camillo Cibin, de 83 años, exjefe de los servicios de seguridad del Vaticano, una figura que desde Juan XXIII, en los años 60, ha aparecido siempre al lado de todos los últimos Papas. Le llamaban "el ángel de la guarda".

Las fotos de la plaza de san Pedro del 13 de mayo de 1981 le inmortalizaron mientras saltaba las vallas de seguridad para atrapar al turco Ali Agca, que acababa de disparar a Juan Pablo II. Al año siguiente, Cibin salió en todas las televisiones cuando paró a un cura integrista español que intentó acuchillar a Karol Wojtyla en Fátima (Portugal).

Delgado y vestido siempre con traje azul, los cabellos de un blanco intenso de Cibin asomaron en todas las historias públicas y secretas del Vaticano durante sus 58 años al servicio de los Papas.

Casado y padre de tres hijos, estaba jubilado desde el 2006. Tras la muerte de Juan Pablo II, Benedicto XVI le mantuvo en el cargo un año más. Hasta el momento de su retirada, era corriente ver su figura atlética detrás del papa Ratzinger. Cibin fue sustituido por el italiano Doménico Giani, de 46 años.