El año hidrológico, que va desde el 1 de octubre de 2008 a 30 septiembre de 2009, ha registrado un déficit hídrico del 15% respecto al año anterior, por lo que se puede calificar de "normal, tirando a seco". En cuanto a la distribución geográfica, se aprecian diferencias notables entre el área mediterránea, con un cierto superávit, y la vertiente atlántica, "con déficit de precipitaciones" que supera el 25%.