Dos médicos del Hospital General de Granollers han sido condenados a un año de prisión cada uno por mala praxis en la reducción de una hernia en un bebé, lo que le acabó provocando lesiones irreparables. La sentencia, emitida por la sección séptima de la Audiencia de Barcelona, obliga al hospital, del Servicio Catalán de la Salud, a indemnizar a los padres del menor con 150.000 euros y condena a los doctores por un delito de lesiones causadas por imprudencia grave.

Los magistrados entienden que los facultativos, Gonzalo I.M. y Francesc Xavier S.M., tardaron demasiado en reducir la hernia al menor, lo que le provocó una necrosis intestinal y obligó a otra intervención quirúrgica de resección del intestino delgado. Esa segunda operación le generó al bebé consecuencias nefastas como diarrea crónica, episodios de deshidratación o retraso en el crecimiento, entre otras secuelas.

Según la sentencia, los médicos sabían que se encontraban ante un bebé prematuro, de menos de un mes de vida, que presentaba una hernia diagnosticada por un pediatra y, en lugar de realizar todas las pruebas que fueran necesarias para descartar ese diagnóstico, se "limitaron a explorarlo físicamente". Los magistrados consideran que hubo un "desprecio total hacia las normas de cuidado que deben presidir una correcta práctica médica".

La sentencia da la razón a los padres de la víctima, que habían presentado un recurso ante la Audiencia después de que el Juzgado de lo Penal número 1 de Granollers (Barcelona) absolviera a los acusados.