El Tribunal Supremo ordenó ayer a la Audiencia de Barcelona que redacte una nueva sentencia contra los tres mossos d´esquadra a los que condenó hace casi un año a una pena de multa de 600 euros por lesionar a un detenido en la comisaría de Les Corts en marzo del 2007. Los hechos fueron grabados por una cámara oculta instalada en la sala de cacheos. La Conselleria d´Interior fue la que denunció lo que se entendió como malos tratos.

El alto tribunal considera que sus colegas de Barcelona no han tenido en cuenta este documento gráfico en el que se ve a los agentes propinar golpes con los pies al detenido, Rubén Pérez, que previamente había adoptado una actitud agresiva con los mossos que lo arrestaron.

La Audiencia de Barcelona absolvió a los agentes de los delitos contra la integridad moral y falsedad imputados por la fiscalía y de otras infraccionones que les atribuía la asociación Acción de los Cristianos por la Abolición de la Tortura. Solo se les condenó a una falta. El alto tribunal reprocha a los jueces catalanes que no consideraran la grabación y que optaran por sentenciar que los agentes actuaron en legítima defensa al repeler una agresión del detenido, después de que este "tocara" a uno de los agentes.