Un avispado fabricante italiano de helados ha conseguido la notoriedad que perseguía a costa de recurrir a los dogmas de la Iglesia católica en vísperas de la visita del Papa al Reino Unido. Así, los alrededores de la abadía de Westminster, donde el papa Benedicto XVI tiene previsto presidir, mañana, un encuentro ecuménico, aparecieron el pasado martes repletos de cárteles que mostraban la imagen de a una monja embarazada que sostenía una tarrina de helado bajo el lema Concebido inmaculadamente .

Las autoridades británicas que regulan la publicidad procedieron de inmediato a retirar todos los carteles publicitarios que se burlaban de las creencias del ilustre invitado, con el que los anglicanos mantienen profundas diferencias. Los creadores del espot publicitario de la marca Antonio Federici argumentan que lo único que querían cuestionar es "la hipocresía de la religión" y que las quejas por los carteles procedían de un pequeño sector de la sociedad que "no puede mandar sobre la mayoría".