Día a día, en el fluido ajetreo de la vida en una gran metrópolis, se hace fácil olvidar el complejo y delicado entramado humano y técnico que asegura que todo fluya. Este sábado por la tarde, durante unas horas, Nueva York tuvo su recordatorio. Un fallo eléctrico dejó durante unas horas a oscuras el centro de Manhattan y alteró la vida de la ciudad, con gente atrapada en el metro y en ascensores, caos en el tráfico obligado a moverse sin semáforos, el transporte suburbano alterado, ciudadanos y turistas con planes trastocados y 62.000 personas en el momento pico del apagón sin suministro eléctrico. En el momento de escribir estas líneas no se había reportado ningún herido ni víctimas mortales.

El fallo, que se produjo en el aniversario de un gran apagón en 1977 que dejó durante más de un día sin electricidad a nueve millones de personas, se inició poco antes de las siete de la tarde. Inicialmente se habló de un fuego en un transformador en una subestación Con Edison como origen, pero luego en rueda de prensa el presidente de la compañía eléctrica, John McAvoy, solo dijo que se trató de un acontecimiento que será investigado. Descartó que se tratara de una sobrecarga por la demanda excesiva asociada a días veraniegos de calor como este sábado, cuando se dispara el uso de los aires acondicionados. Lo que se da por seguro es que se trata de un problema mecánico y descartó otras causas el alcalde de Nueva York, Bill De Blasio, que estaba en Iowa haciendo campaña como candidato presidencial pero anunció su regreso a la ciudad.

La situación

Inicialmente el apagón afectó a unas 20.000 personas pero se fue extendiendo y acabó apagando seis barrios en un zona amplia de Midtown que, según los bomberos, iba desde algo más al sur de allí hasta la calle 72 y desde la Quinta Avenida hasta el río Hudson. En Times Square algunas de las pantallas gigantes se fundieron a negro. La mayoría de teatros en Broadway cancelaron sus representaciones, igual que el Lincoln Center, Radio Music Hall o Madison Square Garden, donde ofrecía un concierto Jennifer Lopez y miles de asistentes tuvieron que ser evacuados.

Las tiendas se vaciaron y las calles se llenaron. Ciudadanos empezaron a colaborar con la policía para intentar ayudar a manejar el tráfico, aunque el gobernador del estado, Andrew Cuomo, decidió acabar llamando a la Guardia Nacional para que ayudara con el caos. Y bomberos y policía pasaron horas respondiendo a llamadas de gente atrapada en ascensores y ayudaron en las evacuaciones del metro, que vio afectado todo su servicio según informó la autoridad de transporte metropolitano.

Poco después de las diez de la noche, unas tres horas y media después de que empezara el apagón, Con Edison anunció que estaba retornando el suministro y que se esperaba restaurarlo para la mayoría de sus clientes para medianoche.