Parte hoy hacia Nepal la expedición compuesta por el hervasense Santiago Martín y el pacense Diego Hernández, alpinistas extremeños que en los últimos años han firmado algunas de las actividades más punteras del alpinismo de la región. Su objetivo ahora es intentar la cima del Ama Dablam después de que haber completado las escaladas al Gashembrun II (2006), Cho Oyu (2007) y Broad Peak (2008). Si consiguen los apoyos suficientes, los siguientes objetivos serían el Shisha Pangman (2010) y, por como culminación, el mítico Everest (2011), siempre sin la ayuda de bombonas de oxígeno.

El Ama Dablam es una de las montañas más bellas de la Tierra que, además de su altura, 6.812 metros, presenta muchas dificultades técnicas. No es un ochomil , pero sus escarpadas rampas son todo un desafío para quien las afronta. "Es un pilar de roca, hielo y nieve casi perfecto", cuenta Diego Hernández, ya con la excitación previa a la aventura. Estarán un mes en el Himalaya dándole salida a una afición que no muchos comprenden. "Es difícil transmitir a la gente que no le gusta el montañismo la emoción que se siente cuando se va escalando y se alcanza una cima. La experiencia personal compensa todos los sacrificios que hay que asumir", asegura.

Y es que su deporte ha sido actualidad este verano por la muerte del oscense Oscar Pérez cuando ascendía el Karakórum, en Pakistán. "Es muy duro que ocurran estas cosas, pero también puedes sacar lecciones de ello, como la gran solidaridad que existe en la montaña. Todos estamos seguros de que los esfuerzos que se hicieron para intentar rescatarle fueron los máximos, pero cuando se producen determinadas circunstancias, no se puede hacer nada", indica Hernández.

El proyecto de los dos alpinistas extremeños empezó cuando se conocieron, hace ya tres años. Desde entonces, cada fin de semana salen a la montaña para entrenar. El arquitecto Santiago Martín es el más veterano (45 años) cuenta en su currículum con dos ochomiles y una extensa experiencia por las cordilleras más importantes de la tierra. Hernández, aparejador de 27, también ha acumulado experiencia y bagaje alpinístico.

Con su experiencia esperan afrontar el reto de este año con solvencia, pero no parar ahí: la idea es seguir consiguiendo financiación para las otros dos montañas que quieren subir en los dos próximos años y culminarlo todo coronando el Everest. "A pesar del deterioro que ha sufrido la imagen de esta montaña en los últimos años, no deja de ser la más alta, y haremos un intento de ascensión sin oxígeno", explica Martín. Sería la primera vez que alpinistas extremeños llegan a su cumbre más legendaria, pero antes tienen que poner el pie en el Ama Dablam y en el Shisha Pangman.