La audiencia preliminar del caso Marta del Castillo, última comparecencia de los cuatro acusados antes del juicio oral, estuvo ayer rodeada de gran expectación en los juzgados de Sevilla, con decenas de personas que aplaudieron al abuelo de la joven asesinada y gritaron "asesino" a los procesados.

José Antonio Casanueva, el abuelo de Marta, acudió al acto en representación de la familia pero no entró en la sala donde se celebra la audiencia preliminar, último acto previo a remitir el caso a un Tribunal del Jurado, donde el fiscal pedirá 52 años de cárcel para el asesino confeso, Miguel C.D.

Casanueva fue recibido entre vítores y aplausos por varias decenas de personas que permanecieron concentradas a las puertas de los juzgados desde las ocho de la mañana, y hasta entrada la noche.

A la audiencia acudieron los cuatro acusados que son mayores de edad, que se sentaron en primera fila, además de dos y hasta tres abogados en representación de cada parte y dos fiscales: el que ha investigado el caso Marta en el juzgado de instrucción 4 y la fiscal de Menores que se encarga del caso contra el menor de edad Javier G.M., acusado de los mismos delitos de violación y asesinato.

La declaración más larga fue la de Rocío P.G., de 16 años, novia del asesino confeso, que mantuvo durante dos horas la frialdad en sus respuestas pero se derrumbó a la salida. Nada mas salir de la sala, la chica sufrió una crisis de ansiedad, con sollozos y gritos de "hijo de puta", aparentemente dirigidos a Miguel, y quedó tendida varios minutos en un banco, donde fue asistida por una forense.

Su abuela, que lavó la ropa de Miguel supuestamente manchada de sangre, acudió a los juzgados en una silla de ruedas y solo compareció diez minutos, ya que afirma que está medio ciega de un ojo, que no vio que la ropa estuviese húmeda de haber sido lavada y no notó nada extraño.

En un receso de 45 minutos, el hermano mayor de Miguel, su novia y el joven de 20 años Samuel B.P., acusado de ayudar a deshacerse del cuerpo, no salieron del edificio y permanecieron juntos en un banco del pasillo.

La jornada comenzó con el testimonio de dos forenses que han estudiado a los padres de Marta y que han certificado el daño sufrido por lo que la fiscalía ha denominado "contumaz negativa" de los acusados a revelar el paradero del cadáver, lo que le sirve para pedir otros dos años de cárcel a cada uno por un delito contra la integridad moral. El abuelo informó de que los forenses han aconsejado al padre de Marta que vaya al psiquiatra.