Desde el momento que vio la construcción del nuevo Viaducto de Béjar en la Autovía de la Plata, construido a finales de los años 90, es cuando Abraham Sánchez Corriols, un joven de 26 años de Hervás, decidió embarcarse en el reto de conquistar el título de Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos. Así lo confesaba este estudiante, afincado en Madrid, tras ser premiado recientemente por el Ministerio de Educación con el Tercer Premio Nacional Fin de Carrera en Ingeniería de Caminos, Canales y Puertos, estudios que finalizó en la Universidad Politécnica de Madrid en 2007. "Cada vez que pasaba por la carretera de Béjar y veía el puente, me preguntaba cómo sería posible construir este tipo de estructuras que permitían salvar valles y dar continuidad a carreteras y otras vías de comunicación. Decidí entonces que mi futuro sería diseñar este tipo de obras", afirma.

Desde ese momento ha sido imparable en sus estudios. Horas y horas de dedicación, largas noches con la mirada puesta en los libros renunciando a pasar tiempo libre con la familia y los amigos. Todo esto ha permitido a Abraham sacar adelante los estudios de Ingeniería Técnica de Obras Públicas en la Escuela Politécnica de Cáceres en la especialidad de Construcciones Civiles, y después continuar en Madrid primero finalizando la ingeniería superior y actualmente con su segundo año de doctorado. "La inteligencia ayuda, pero el esfuerzo, la dedicación diaria, el interés y la motivación son las piezas clave para lograr dichos objetivos" asegura.

Confiesa que de pequeñito nada le indicaba su afición por las construcciones civiles. "Siempre he tenido el corazón de letras", puntualiza. De hecho, de joven siempre se sintió muy atraído por la literatura, la música, las letras y la poesía. Así también manifiesta su afición a los bailes regionales, al teatro y como no, a viajar, lo que le ha permitido descubrir y ver de cerca obras como las que algún día sueña diseñar. Asegura que el Puente de Alcántara es una de las construcciones que más le han conquistado el corazón, junto a otras como el Puente de Hierro de Hervás, el Puerto de San Sebastián, el Canal de Castilla o la Presa de Almendra en Salamanca. Fuera de nuestro país, ha visitado construcciones tan emblemáticas como el Golden Gate de San Francisco, la Torre Eiffel de París o el Empire State de Nueva York. Hitos de la arquitectura y la ingeniería entre las que quizás dentro de algunos años se sumará alguna creada por este joven extremeño con un futuro prometedor, pero siempre con los pies en el suelo y muy ligado a su tierra. "Vengo a Hervás siempre que puedo, allí tengo a mi madre, a mi hermana, a mis abuelos, a mis tíos y a mis amigos, me encanta el pueblo y estoy muy orgulloso de ser de aquí", manifiesta.