El pleno del Congreso aprobó ayer definitivamente la ley de la televisión digital terrestre (TDT) tras rechazar la mayoría de enmiendas del Senado. El texto, duramente criticado por el PP, incluye tres medidas básicas. La primera es abrir las puertas a nuevas cadenas analógicas privadas. El actual límite de tres (Tele 5, Antena 3 y Canal +) se fijó en 1988.

El segundo objetivo es poner límites a la concentración de las radios. A partir de ahora, ninguna empresa podrá tener más de la mitad de las emisoras que coincidan en su ámbito de cobertura y tampoco podrán ser titulares de más de un tercio de las radios a nivel estatal.

En tercer lugar, la ley establece que a partir del 2010 todas las televisiones emitirán en tecnología digital. Desde esa fecha, los usuarios podrán acceder gratis a varias decenas de canales, que ofrecerán más calidad y más posibilidades de interactividad. Previamente, habrán tenido que comprar un descodificador (disponible ya por unos 100 euros) y cambiar la antena comunitaria.

TRES PUNTOS La semana pasada, los tres puntos habían quedado anulados debido a las enmiendas que el PP y CiU introdujeron en el Senado. Sin embargo, ayer volvieron a salir a flote. Sólo los diputados del PP y CiU votaron en contra de la apertura de nuevos canales analógicos. PSOE, ERC e IU-ICV votaron a favor mientras que PNV y BNG se abstuvieron.

"El plan técnico tiene que determinar cuánto espacio hay para que entren nuevas cadenas. Una vez concluido el estudio, el Gobierno convocará un concurso", explicó Oscar López (PSOE).

El único apartado de la ley de la TDT que se aprobó con el respaldo de todos los grupos parlamentarios fue el que hace referencia a las autonomías. Estas, si hay espacio suficiente, tendrán ocho canales digitales y no cuatro como establecía el proyecto inicial del Gobierno. Esos ocho canales podrán ser públicos o privados, según establezca cada comunidad autónoma.

En el debate del pleno, las críticas más duras vinieron de las filas del PP. La diputada Macarena Montesinos finalizó su discurso diciendo que tanto la norma como la postura del Gobierno ante la TDT es "una traición al Estado de derecho".

Los reproches del PP fueron contestados por el diputado Oscar López, que recriminó a los conservadores "no haber hecho nada" por la tecnología digital cuando estuvieron en el poder. La ley de la TDT, dijo, "fortalecerá el sector audiovisual" porque "supone una buena noticia para los usuarios, anunciantes, fabricantes y vendedores".