La convivencia escolar no se ha deteriorado en los últimos años en España. Mientras las autoridades francesas anuncian medidas para recuperar la disciplina, un 76% de padres y estudiantes se muestran satisfechos con el civismo y los modales existentes en los centros educativos españoles, según una encuesta realizada en todo el Estado por el Instituto de Evaluación y Asesoramiento Educativo.

La mayoría de las familias españolas estima que las normas que rigen son adecuadas y que existe orden en las aulas. No obstante, los escolares denuncian falta de participación a la hora de fijar las normas y "favoritismo" por parte de los profesores. Sólo el 37% de los chavales estiman que los docentes tratan a todos por igual o aplican las normas con el mismo criterio.

Pero la investigación, llevada a cabo entre 11.034 alumnos de 12 a 16 años y 7.226 familias, muestra también que se producen situaciones de maltrato entre compañeros, agresiones de alumnos a profesores y viceversa, y otras conductas.

Sólo una cuarta parte de los padres cree que ha aumentado la conflictividad, pero no cree que la situación sea alarmante. "Los resultados son similares a los del estudio realizado en 1999 por el Defensor del Pueblo", advirtió ayer Alvaro Marchesi, coordinador de la encuesta.

El 4,1% de los alumnos de la ESO confesaban en aquel trabajo haber sufrido alguna agresión física. Pero no se detectó constancia real de ellas ni en los consejos escolares ni en las comisiones de convivencia. En el informe presentado ayer, un 12,4% de los estudiantes aseguran haber conocido casos de agresión física entre alumnos y un escaso 2% ha presenciado agresiones a profesores e intimidaciones con amenazas de los docentes a alumnos.