Apunto de cumplirse los dos años de la entrada en vigor de la ley antitabaco, el Ministerio de Sanidad ha expresado su profunda satisfacción por la aplicación de la norma en los lugares de trabajo y en los transportes públicos, a los que otorga un sobresaliente, pero se limita a dar un aprobado justo a los bares y a los restaurantes. Y puestos a poner nota, Sanidad suspende a las autonomías del PP que, como Madrid y Castilla-León, han hecho la vista gorda. "Lo que no se puede hacer desde ninguna comunidad es rebajar la aplicación de la norma", advirtió a Efe el secretario general de Sanidad, José Martínez Olmos, quien aseguró que esta situación debe "ser corregida".

REDUCCION DEL CONSUMO Sanidad estima que desde el 1 de enero del 2005, cuando entró en vigor la ley, un millón de personas han conseguido dejar de fumar y el consumo de este producto se ha reducido un 10%. "Aunque solo sea por el número de personas que han abandonado el hábito, la ley ha merecido la pena", defendió el responsable de Sanidad.

Pese a dar el aprobado justo a la restauración y opinar que queda camino por recorrer, Martínez Olmos también celebró que cada vez sean más los restaurantes que cuelgan el cartel de prohibido fumar.

El balance es diferente para el Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo, del que forman parte más de 40 asociaciones del sector sanitario implicadas en la lucha contra la nicotina, que considera necesario una nueva ley. "No es coherente que en unos lugares se permita fumar y en otros no, porque eso genera un incumplimiento generalizado de la ley", declaró el portavoz del comité, Rodrigo Córdoba.