TSton las siete de la mañana. A estas horas, cada banco da cobijo a un pordiosero. Los miro y me acuerdo de Matías Prat diciendo eso de: tu banco, y cada día el de más gente. Bajo algunos soportales hay mendigos durmiendo al amparo de un apaño de cartón: los vips del oficio, supongo. Uno de ellos se arropa los pies con un periódico que dice: los creadores de YouTube, S. Chen , de 28 años y C. Huxley de 29, han vendido su invento a Google por 1.313 millones de euros. Entro en un café. Por la televisión están dando un anuncio en el que por la compra de un producto sortean la cancelación de tu hipoteca. Parece mentira, dice el camarero, que en el siglo XXI la manumisión de los esclavos sea cosa que se sortee ante notario. Detrás de la barra hay un cartel escrito a mano: se vende piso en la zona, 22 millones de pesetas, 18 m2 muy confortables. El primer café de la mañana siempre me hace pensar en mi madre. Y no precisamente porque éste sepa como el que ella prepara. Oigo que alguien comenta: si los socialistas buscaban candidato para batirse con Gallardón , en Bono han encontrado al hombre perfecto: monárquico, católico y conservador; gane quien gane, nadie notará la diferencia. El periódico abre titulares con las pruebas atómicas de Corea del Norte. Un poco más abajo habla del avance de la ultraderecha en las elecciones municipales de Bélgica. Y en otra página, de la mujer de Beckham , que se ha comprado un perro de 3.500 euros. En opinión del camarero es un despilfarro, y sólo por tener otro bicho que babee y mueva la colita a su paso. Todas las noticias me parecen hijas de un mismo despropósito. Sale el sol. Otro día magnífico en la ciudad.