El barco Aquarius, en el que viajan 106 inmigrantes, está entrando en el puerto de Valencia, donde estaba previsto que atracara sobre las nueve de la mañana después de ocho días de travesía en alta mar, aunque lo hace con retraso porque el desembarco del buque que le ha precedido se ha ralentizado.

El barco humanitario Open Arms acompaña al Aquarius (en el que hay 51 mujeres, 45 hombres y diez menores) en su entrada al puerto, donde poco antes de las siete de la mañana ha atracado ya el Datillo, con 274 migrantes de bordo, y al que seguirá finalmente el tercer buque de la flotilla, el Orione, con 250 personas.

A bordo del Aquarius viajan los migrantes considerados más vulnerables, como seis mujeres embarazadas, una decena de menores y una veintena de personas con quemaduras provocadas por la mezcla del fuel de los motores de las embarcaciones en las que viajaban y el agua salada del mar.

Precisamente por eso el Aquarius va a atracar detrás del Datillo (que está en la zona más cercana a los medios de comunicación), con el fin de preservar más la intimidad de los inmigrantes, que en general están llegando "contentos" pero "agotados" a Valencia, según han explicado fuentes del dispositivo de atención.