De la biblioteca al patio y entre libros y zachos. Así pasaron la mañana de ayer los más de cien alumnos de 1º de la ESO del instituto Bioclimático de Badajoz que participaron en el I Día del Arbol.

Y es la experiencia quería ir más allá de sembrar cipreses, cedros, olmos, fresnos, chopos o romero en los jardines del centro (hasta 250 plantones recibieron de la Consejería de Medio Ambiente). Por eso, la actividad se dividió en dos partes. La primera, Los árboles también están en los libros , invitaba a los alumnos a buscar referencias de las especies que iban a plantar en obras literarias de autores extremeños.

Mientras unos se enfrascaban en estos libros para ver cómo los escritores utilizan la flora autóctona en sus obras, otros se dedicaban a recopilar información en internet para elaborar las carteles que identificarán a cada planta con su nombre científico, su denominación en castellano y su traducción a los tres idiomas que se imparten en el instituto: francés, inglés y portugués.

Trabajo de campo

La otra parte de la actividad, Plantamos un árbol juntos , era trabajo de campo. Desde el lunes habían estado preparado el terreno, y siguiendo las recomendaciones de un técnico de la Consejería de Medio Ambiente y los profesores, ayer llegó la hora de la siembra. Víctor, Marian y Ana, junto a otros compañeros, plantaron el suyo. Para los tres --como para otros muchos alumnos-- era su primer árbol y a pesar de la lluvia no tuvieron remilgos para ejercer de jardineros durante toda la mañana.

"Ha sido divertido y sencillo", resumió Marian aún llena de barro. "Nos han dado una lista con los nombres de los árboles y los hemos traducido al francés y al portugués antes de plantarlos. Es algo diferente a lo que hacemos siempre", añadió Ana.

La directora del instituto Bioclimático, Yolanda Sánchez Pablos se mostró muy satisfecha con el resultado de la experiencia, porque fomenta el interés por el medio ambiente, "sobre todo reconociendo las especies autóctonas, que son la mayoría de las que hemos recibido y plantado", inculca a los chavales el respeto por el entorno y promueve el trabajo en equipo utilizando materias que manejan a diario en el centro: la literatura, las nuevas tecnologías y los idiomas.

La tarea de los chicos como jardineros no finalizó ayer. En los carteles que han elaborado también se recogía el tipo de cuidados que cada especie debe recibir, pues serán los propios estudiantes los que se encarguen de regarlas y abonarlas durante el resto del curso. Así, durante la hora del recreo podrán presumir de que disfrutan de un lugar que ellos mismos se han encargado de llenar de vida.