Carme Medina y su familia llevan seis años intercambiando su piso del Born con gente de todo el mundo. La experiencia, de obvio ahorro en alojamiento, les ha permitido conocer muchos países. Para Carme, la ventaja principal de estos intercambios está relacionada con una filosofía distinta de viajar y con conocer personas con una misma forma de pensar.. "Sale más barato si la estancia va a ser larga --dice Carme--, y además dispones de una casa y no solo de una habitación". Este mes irán a Estados Unidos y la familia norteamericana que les presta la casa se alojará en su piso de Barcelona. "Aprovecharemos el viaje y haremos otros intercambios aparte del que ahora está haciendo mi hija en Washington", explica Carme.