Un nuevo pulso divide al Gobierno central y al catalán. La energía nuclear. Al ministro de Industria, Miguel Sebastián, no le conmovió ayer ni que el presidente de la Generalitat, José Montilla, sea socialista, ni que dirigiera entre el 2004 y el 2006 el ministerio que ahora encabeza él. Y mucho menos sus argumentos. Sebastián replicó ayer sin excesivas contemplaciones al rechazo expresado por Montilla a la posibilidad de que Ascó (Tarragona) acabe acogiendo un almacén temporal nuclear (ATM), como el municipio solicitó el martes, en contra de los deseos del Ejecutivo catalán.

Sebastián se mostró rotundo y consideró "muy difícil de justificar" que Cataluña, al igual que Castilla-La Mancha --que no ve con buenos ojos la candidatura de la localidad de Yebra (Guadalajara) al almacén-- se oponga a que la instalación esté en su territorio. El ministro subrayó que los diputados catalanes --como los castellano-manchegos-- votaron a favor del proyecto en el Congreso. Y rechazó de plano el argumento de la solidaridad energética que el tripartito catalán, por boca de su vicepresidente, Josep Lluís Carod-Rovira (ERC), esgrimió ayer. Carod subrayó que, teniendo el 16% de la población española, Cataluña produce el 40% de la energía nuclear. Sebastián recordó que Cataluña consume más energía nuclear de la que produce.

CARTA Y CONSENSO Cuando habló sobre la ubicación del almacén nuclear, Sebastián no había leído aún la carta que le envió Montilla, y que previsiblemente recibió por la tarde. "Tengo una gran curiosidad por leerla", dijo. El president destaca en la misiva la necesidad de repartir de forma equilibrada instalaciones como el ATM, y subraya la necesidad de que el consenso marque la decisión de cuál será finalmente su sede.

En el Parlamento autonómico, Montilla contestó, sin citarlo, a Sebastián: "Nosotros consumimos energía. Tenemos saldo negativo, consumimos más de lo que producimos. Pero también es cierto que hay otros que producen aún menos y tienen un consumo también elevado".

NUEVA CANDIDATURA Ayer se conoció que un pueblo de Cuenca, Villar de Cañas, también solicitaba albergar el cementerio nuclear. Su alcalde, José María Saiz, del PP, justificaba su decisión con el argumento de que el ATC es "muy goloso" y "el 90%" de sus casi 500 habitantes está a favor de la iniciativa, aprobada en pleno el viernes por unanimidad. Saiz quebranta así, como ya hiciera Yebra, la consigna contra el cementerio marcada por la secretaria general del PP y presidenta del partido en Castilla La-Mancha, María Dolores de Cospedal, que ayer eludió pronunciarse sobre la candidatura pese a que días atrás amenazó con expedientar al alcalde de Yebra.