Eugenio Delgado, el joven de 28 años que está en prisión por el secuestro y la muerte de Manuela Chavero, secuestro y la muerte de Manuela Chavero su vecina de Monesterio, buscaba mujeres en la red social Badoo para tener encuentros sexuales. Los investigadores han descubierto el perfil del joven, aún abierto en la página de contactos que aglutina a más de 486.000 usuarios, más popular entre hombres y mujeres maduros.

En él, además de su fotografía, su provincia y su edad actual, explicaba sus aficiones: los deportes de motor, la cocina y el verano. El hombre también era seguidor en Facebook de un grupo llamado "Sexo en Badajoz", para personas de la zona "hartos de no encontrar manera de desfogaros" según su descripción.

Perfil psicológico

Los investigadores llevan meses estudiando el perfil psicológico de Delgado, especialmente sus relaciones con las mujeres. Le interrogaron en varias ocasiones. Un anónimo enviado a casa de los padres de Manuela Chavero la pasada semana le señalaba como autor del crimen de la mujer. Soltero, sin pareja conocida en el pueblo, Delgado tenía 24 años cuando se obsesionó con su vecina Manoli Chavero, según fuentes próximas a la mujer.

Ella lo conocía desde que era un niño. Era amiga de su familia, conocía su pasado, marcado por la separación de sus padres, que el joven vivió de una forma "traumática". Entonces, la madre de Eugenio se marchó fuera de Monesterio y él se quedó en el pueblo con su padre, que rehízo su vida con otra mujer. Tiempo después, el propio Eugenio encontró a su madrastra muerta en la bañera de la vivienda.

A sus 42 años, Manuela acababa de separarse y había iniciado una nueva vida. La mujer empezó a salir con un grupo de amigas y tuvo una relación con un joven del pueblo. Todo indica que Eugenio se enteró de eso y trató de tener una relación con ella, que lo rechazó.

Móvil sexual

La noche del 5 de julio de 2016, Eugenio acudió a casa de Manoli. Ella estaba chateando con su amigo del pueblo. Las investigaciones apuntan a que el joven encarcelado inventó una emergencia en su casa y pidió ayuda a su vecina, que salió sin su teléfono móvil y dejando las luces encendidas. Según la versión de Delgado, la mujer sufrió un resbalón, se golpeó en la cabeza contra el suelo y murió de forma accidental. Asustado, decidió enterrarla en una finca de su propiedad.

La Guardia Civil, que ha recuperado los restos óseos de Manuela en el lugar que señaló su vecino, cree, sin embargo, que se trató de una emboscada con una finalidad sexual y busca pruebas para demostrarlo.