Los investigadores creen que los crímenes que se atribuyen al supuesto "asesino de la baraja" fueron cometidos con la misma arma, probablemente del calibre 7 milímetros, aunque los análisis de balística realizados hasta ahora no han confirmado ese extremo porque los proyectiles hallados están muy deteriorados.

Fuentes de la investigación indicaron a Efe que no se han hallado casquillos en los lugares de los asesinatos, que son fundamentales para el análisis balístico, por lo que no se descarta que el autor los recoja o que haya utilizado un revólver, donde las vainas no son expulsadas y quedan en el interior del tambor.

Además, las balas halladas han quedado muy deterioradas debido, probablemente, a que los proyectiles utilizados por el criminal no están blindados y cuando impactan contra una superficie dura, como algunos huesos, se deforman. Por otra parte, cada vez cobra más fuerza que el autor sea un asesino en serie.