El lanzamiento exitoso del satélite Mangalyaan (artefacto marciano , en indi) hacia Marte colocó el martes de la semana pasada a India en la primera división espacial. El plan contempla que permanezca en la órbita terrestre hasta el 1 de diciembre y entonces inicie la odisea de 400 millones de kilómetros y 300 días para llegar al planeta rojo el 24 de septiembre del año próximo. Solo Estados Unidos, Rusia y la Agencia Espacial Europea han conseguido llevar sus satélites hasta Marte, y en el camino han fracasado Japón y China.

El lanzamiento del Mangalyaan también subraya que la conquista del espacio ha virado hacia Asia, como casi todos los ejes estratégicos mundiales en el siglo de la globalización.

China, India y Japón encabezan una carrera que cuenta también con Corea del Sur, Malasia, Indonesia, Tailandia, Vietnam y Taiwan, además de los desmanes balísticos norcoreanos.

Estados Unidos y la Unión Soviética estimularon la carrera midiendo su poderío en el espacio durante los años de la Guerra Fría. El presupuesto espacial de la primera potencia está hoy estrangulado por la crisis y la segunda dejó atrás sus días de gloria después de su descomposición. La carrera espacial, por encima de su interés científico, sirve de termómetro geopolítico y señala hoy a las dos grandes potencias emergentes asiáticas como relevos cuando hasta hace pocos años eran parias.

Cuando el Apolo XI alunizaba en 1969, China estaba en lo más crudo de la Revolución Cultural, Mao se lamentaba de no poder enviar "ni una patata al espacio" y la población aún tenía vivo el recuerdo de las hambrunas de la década anterior, las peores de la historia moderna del mundo.

EL 'ESPRINT' CHINO En el 2003, China se había convertido ya en el tercer país, tras Estados Unidos y Rusia, en mandar a un astronauta al espacio. Y este año ha enviado a tres (una mujer, entre ellos) en su ya quinta misión, la más larga y compleja, para acoplarse a un laboratorio espacial que funciona como un prototipo de una estación mucho más ambiciosa que sera lanzada en 2020. También por esas fechas prevé Pekín que pise la Luna el primer astronauta chino.

Con este panorama, no es de extrañar que los logros indios palidezcan ante los chinos, por ello el éxito de la travesía del satélite Mangalyaan hasta Marte elevaría inmediatamente el estatus de Nueva Delhi. No es casual que India haya elegido una misión en la que China fracasó. La Organización India para la Investigación del Espacio es ya la sexta agencia espacial del mundo. Nació en 1969 y necesitó 27 años para completar sus primeras 50 misiones antes de acelerar: las siguientes 50 llegaron en una década y en los próximos cinco años acometerá 58. Su presupuesto ha crecido de los 442 millones de euros del 2004 a los 972 actuales.

LA COMPETICION China e India, con conflictos fronterizos enquistados, han repetido que no les mueve la competición. Los expertos señalan una pugna con aromas del pasado pero con evidentes diferencias. "La carrera espacial entre Estados Unidos y Rusia supuso grandes sumas de recursos. Rusia ganó los primeros asaltos poniendo el primer satélite en órbita o mandando al primer hombre al espacio. La carrera espacial en tiempos de la nave Apolo , con la que viajó el hombre a la Luna, se llevó el 5 % del presupuesto de Washington. Ahora hablamos de proporciones mucho más bajas para la misión india", señala por correo electrónico Andrew Coates, profesor del Laboratorio Mullard de Ciencia Espacial de la Universidad de Londres.

Algunos se preguntan si países en desarrollo como China e India, con múltiples deberes terrenales pendientes, deben dedicar tanto brío económico al espacio. Nueva Delhi podría haber sacado de la pobreza a 400 millones de indios solo con los 71 millones de euros que cuesta la misión a Marte, según cálculos de Pallava Balgla, un experto indio. Pero una carrera espacial exitosa también puede ser muy rentable en alquiler de naves espaciales o plataformas para misiones científicas.

EXPLORACION India dio prioridad durante 40 años a proyectos pragmáticos como satélites de telecomunicaciones o de seguimiento medioambiental, gracias a los cuales se pronosticó recientemente un ciclón y se pudo evacuar a tiempo a 900.000 personas. Desde el lanzamiento de una nave no tripulada a la Luna en el 2008, India enfatiza en la exploración.

"El orgullo nacional y el prestigio tienen un papel muy importante en las potencias emergentes, pero la inversión en tecnología espacial también ofrece muchas ventajas extremadamente útiles. Por ejemplo, contribuyen al conocimiento internacional y generan trabajos de alta capacitación", apunta a continuación Coates.

Recordar finalmente que la carrera espacial siempre ha estado imbricada con la militar. No existen diferencias entre un cohete que pone en órbita un satélite o el que lleva una cabeza nuclear. Desde el pasado noviembre, India y China han practicado pruebas de defensa antimisiles, que emplean tecnología similar a la de los satélites.