Tres años después del tsunami que arrasó las costas del Océano Indico, los países ribereños celebraron ceremonias en recuerdo de los 220.000 muertos por la peor catástrofe natural de los tiempos modernos.

El maremoto afectó a 12 países con fuerza dispar. Los más afectados fueron Indonesia, Tailandia, la India y Sri Lanka, y en todos ellos las oenegés denunciaron corrupción en el uso de la ayuda humanitaria enviada por la comunidad internacional.

El grupo de estudio Transparency International afirma que en Sri Lanka solo se ha repartido el 55,7% de la ayuda que recibió el país.