Los abogados de Julian Assange apelarán la sentencia de la justicia británica que ayer ordenó la extradición del fundador de WikiLeaks a Suecia. En media hora, el juez de distrito Howard Riddle, presidente del tribunal londinense de Belmarsh, desestimó prácticamente todos los argumentos, técnicos y morales, esgrimidos por los abogados del activista australiano.

El magistrado proclamó que la fiscalía sueca tiene autoridad para lanzar una orden europea contra él y esa petición no supone un abuso del derecho, tal y como argumentaba la defensa, aunque el activista no haya sido formalmente acusado de ningún delito. Eludió ser interrogado en Suecia acusado de cuatro agresiones sexuales.