LOS VECINOS de Broughton, en Reino Unido, increparon al conductor y formaron una cadena humana para impedir el paso del vehículo. En su opinión, el polémico servicio --que permite ver la vida a pie de calle con imágenes tomadas con una cámara de 360 grados-- supone una invasión de la privacidad y, además, facilita los robos.