Una menor increpada en la calle, una protituta golpeada un joven humillado en el trabajo, un hombre asediado por su familia, un chico insultado en un McDonalds y una víctima de bullying en su colegio. Las denuncias contra el colectivo LGTBI (Lesbianas, Gais, Transexuales, Bisexuales e Intersexuales) han aumentado en un 58% en el 2019. Cinco casos recientes que recuerdan en este 17 de mayo, Día Internacional contra la Homofobia, el acoso que sufren algunas personas por el simple hecho de haber elegido una identidad sexual que escapa a la clasificación de género tradicional.

EN LA CALLE

«¡Puto trans, ven aquí!»

Un grupo de dos chicos y dos chicas se acerca por la noche a una menor transexual en Malgrat de Mar (Maresme). Le piden le teléfono. Ella intuye de qué va y trata de ignorarlos. No funciona. Se ponen detrás y comienzan a gritarle. Se levanta e intenta marcharse. «¡Eh! puto trans, ven aquí!». Una de las chicas la coge por la espalda y la da una patada. La aparición casual de un amigo permite a la víctima huir. Al llegar a casa cuenta lo sucedido a su madre, que la escucha y la anima a denunciarlo. Es uno de los 35 casos que han investigado los Mossos d’Esquadra durante el primer trimestre del 2020, pesquisas que han terminado con la detención de 16 agresores transfóbicos.

EN BARCELONA

Robo y desprecio

La mujer ejerce la prostitución en la Rambla de Barcelona de madrugada. Un hombre se le acerca y le pregunta el precio por un servicio. Ella siente la obligación de identificarse como una mujer transgénero. El cliente responde que no tiene inconveniente. Se desplazan juntos a un domicilio cercano. Al llegar a la casa, el hombre saca una navaja y la golpea con una botella de cerveza. Aparece un segundo hombre en el piso. Los dos la desprecian por ser un hombre que aparenta ser una mujer. Acaban robándole el bolso y después le piden que se vaya. La mujer denuncia los hechos en una comisaría. La tensión del momento ha hecho imposible que retenga el aspecto de ninguno de los dos agresores.

EN LA ESTACIÓN

Amenazas y pérdida de trabajo

Seis jóvenes lo rodean y lo amenazan en la estación de tren. Se meten con él por su condición sexual. No es la primera vez. En el pasado el mismo grupo ha llegado incluso a seguirlo hasta su lugar de trabajo para insultarlo ante sus compañeros. ¿El descalificativo más repetido? Que era «un enfermo». La situación incomodó en su entorno laboral y se quedó sin empleo. No existen pruebas de que ambos hechos guarden relación pero la cuadrilla de acosadores no ha ayudado a que mantenga el puesto. Los agresores cuelgan tiempo después en Instagram un vídeo para amenazarlo y para llamarle de nuevo «enfermo». Esta vez los denuncia adjuntando como prueba la secuencia difundida en la red social.

EN LA FAMILIA

Orden de alejamiento

Un hombre explica a su madre que ha conocido a alguien con el que mantiene una relación y que ese alguien es transexual. La revelación, lejos de recibir la comprensión deseada, desata una tormenta. El resto de miembros de la familia enloquece con la elección sentimental que ha tomado. Le ordenan poner fin al romance, incluso lo amenazan -alguno de muerte- y acaban, como los jóvenes de la historia anterio, llamando a su pariente «enfermo». El asediado comienza a tener miedo de que tales amenazas puedan llevarse a la práctica. Los conoce y sabe que son personas tan religiosas que no hablan porque sí. Solicita una orden de alejamiento que los mantenga alejados y que también lo aparta definitivamente de sus parientes. La familia, por su parte, había buscado un tratamiento para intentar «curarlo».

En el McDonald’s

Un retrato viral

Un chico homosexual entra en un McDonald’s el Día del Orgullo LGTBI. Su forma de vestir enfurece a uno de los clientes del local. Este se le acerca y le pide «respeto» por entrar de esa guisa en un sitio público. El joven, que viste pantalones cortos y camiseta de tirantes, le responde que todo cuanto desea es coger su comida y marcharse. Ni así logra que desista. El agresor lo amedrenta, le asegura que va «a darle de hostias» y lo reta a «llamar a la policía». Un cliente graba la secuencia entera desde una mesa ubicada justo al lado del incidente. La ausencia de agresividad de la víctima, la insistencia del agresor en querer golpearle por cómo viste y la tibieza del trabajador de seguridad forman un retrato elocuente que se viraliza.

EN EL COLEGIO

El calvario del ‘bullying’

Una menor transexual decide pedir ayuda para escapar del calvario diario que vive en el colegio donde estudia. Una compañera de clase la agrede e insulta constantemente. El acoso, que lleva tiempo en marcha, no se produce únicamente cuando están las dos a solas sino que se recrudece cuando ambas están con amistades comunes. La víctima siente que la agresora persigue precisamente esto último: herirla emocionalmente delante de todas sus amigas. La forma más común de lograrlo es preguntarle por qué se pinta como lo hace. Una cuestión que no espera ninguna respuesta: «Por mucho que te pintes, eres un hombre, travolo de mierda», sentencia siempre la acosadora.