El informe del Worldwatch Institute advierte que sin una distribución de recursos más equitativa el planeta va a la debacle. Algunos indicios, aún pocos, apuntan a que quizá el futuro no sea tan negro.

La pobreza y el hambre siguen omnipresentes en el planeta, pero el número de personas que pasa hambre ha bajado cerca de un 15%, desde la cifra de 956 millones de personas de la década de los 70. La disminución de los índices de natalidad, desde 1970 hasta ahora, ha contribuido, además, a mejorar las perspectivas de desarrollo en Brasil, México y algunos países del este de Asia. Nacen menos niños y hay más mujeres que pueden trabajar fuera de casa.

En cuanto a la contención del sida, empieza a vislumbrarse un acceso más equitativo a los tratamientos. En el 2002, Botsuana se convirtió en el primer país africano que adoptaba una política de acceso universal al tratamiento, mientras que otros países como Brasil, Argentina, Costa Rica y Panamá ya ofrecen tratamientos gratuitos o subvencionados.

MENOS CONTAMINACION

El uso disparatado de combustibles fósiles (un 1,3% más que el año anterior) ensucia el planeta y acelera el cambio climático. El informe advierte que los fabricantes de coches aún se resisten a diseñar vehículos de bajo consumo o alimentados por energías limpias. Pero, empieza a haber diferencias. Honda, Hyundai, Volkswagen, Toyota y Subaru sí están haciendo esfuerzos en esta línea más ecológica. Signos vitales celebra también que la potencia de energía eólica instalada en el mundo se haya triplicado desde 1998 y advierte que, aunque de momento sólo esté implantada en Europa, China y la India se sumarán a la producción, a medida que bajen los costes de la tecnología.