El transbordador de la NASA aterrizó ayer por la tarde en la base militar Edwards después de que el estado del tiempo no mejorara en Cabo Cañaveral y obligara a buscar una pista alternativa. El Atlantis aterrizó finalmente tres días más tarde de lo previsto, pero lo hizo sin ningún problema. Aunque la base californiana sufre menos tormentas que Florida, transportar ahora la nave hasta la costa este le costará a la NASA 1,5 millones de euros.

El comandante de la misión, Scott Altman, aseguró que "ha sido un gran viaje" y agradeció a todos los equipos que han trabajado en diferentes partes del país para garantizar su vuelta.

Durante su misión, los astronautas actualizaron los sistemas del telescopio Hubble, puesto en órbita por el Discovery hace 19 años, y que con las últimas reparaciones podrá seguir operando durante cinco años más. El Hubble cuenta ahora con un espectrógrafo de los orígenes cósmicos, con el que observará la luz emitida por quásares --cuerpos celestes-- extremadamente alejados de la Tierra para ver cómo cambia a medida que atraviesa los gases entre galaxias distantes.

Esto permitirá que los científicos sepan de qué están compuestos esos gases, cómo han cambiado a lo largo de los tiempos y en qué forma afectan a las galaxias. Una nueva cámara agregada al Hubble permitirá la toma de imágenes de gran escala.