El atracador que el pasado lunes mantuvo retenidos durante 12 horas a varios rehenes en una sucursal bancaria en Alicante es un fugado peligroso, según afirmó ayer el comisario jefe de la ciudad, José Luis Villalobos. El agente aseguró que, hace un año, Iván Gallo no volvió a prisión tras un permiso penitenciario. El atracador, de 28 años, tiene a sus espaldas 17 asaltos a bancos y casas de Madrid, Valencia y Alicante.

Además, la justicia lo reclama por 11 delitos y en su expediente hay otros 4 arrestos. La policía investiga si Gallo ha participado en otros casos no esclarecidos. De momento, los agentes trata de averiguar si contó con uno o más cómplices en el rocambolesco atraco de Alicante.

Lo que ha quedado claro es que Gallo no bromeaba cuando afirmó en varias entrevistas telefónicas, realizadas en pleno asalto, que era "un profesional de los atracos". El comisario Villalobos lo definió como una persona "muy capacitada" y "exigente". De hecho, reclamó "una determinada marca de cerveza, una motocicleta de gran cilindrada para huir y droga". Esta no le fue facilitada porque "todo se hizo desde la más absoluta legalidad", según el responsable policial.

El asaltante, que finalmente fue capturado, se llegó a quejar de que la policía intentaba engañarle porque le entregaron "cerveza sin alcohol y de otra marca". También obligó a los negociadores a que le cambiaran la moto con la que pensaba huir ya que no era de gran cilindrada.

El comisario añadió que el detenido estaba "obsesionado" con huir para evitar a toda costa volver a prisión. En su afán de conseguirlo, "estaba dispuesto a hacer cualquier cosa". Villalobos afirmó que "la gran preocupación de la policía era la vida de los retenidos".