El atracador que murió el domingo a mediodía en Torres de la Alameda tras autolesionarse, secuestra a una cajera con un cuchillo y amenazar a varios policías locales posiblemente estaba pasando una depresión y se encontraba bajo los efectos de potentes sustancias estupefacientes.

Esa es la teoría que baraja desde la Concejalía de Seguridad Ciudadana del municipio, cuyo titular, Vicente Barón, ha narrado los últimos movimientos del fallecido y el aumento paulatino de su agresividad.

Así, ha señalado que el primer movimiento de este individuo en la localidad lo dio a las seis de la mañana del día 2, cuando entró en una gasolinera para comprar un paquete de tabaco con una actitud ya extraña, "como ido", según han podido ver en las cámaras de seguridad y ha confirmado la dependienta.

Luego deambuló varias horas por el municipio hasta llegar a un bazar de la localidad, donde tomó como rehén a una cajera con un cuchillo. Luego volvió con ella en coche a la misma gasolinera, donde forcejeó con varios clientes. Ya persiguiendo por la Policía Local, dejó a la rehén y huyó en el coche hasta chocar contra una valla que circunda el parque del tanatorio municipal.

"QUERÍA ATRACAR LA GASOLINERA"

"Tenemos constancia de que el delincuente conocía el municipio y lo que de verdad quería era atracar la gasolinera, no el comercio. Él conoce la gasolinera y sabía por dónde escapar, pero se encontró que había unas obras del tanatorio, la salida está cortada, y allí se ve arrinconado", ha detallado el edil.

Entonces, cuando comprobó que no tenía salida, el fallecido se apeó del vehículo diciendo "matarme, matarme", mientras se autolesionaba con el cuchillo. Su estrés iba en aumento y desafiando a los agentes con el fue andando hacia los agentes e intentó apuñalarles, momento en el que uno de ellos le disparó en una pierna "para intentar reducirle".

"El disparo que hace el agente no afectó a un órgano vital y no fue contundente. Según nos trasladan los agentes de la Policía Local, se hizo cortes bastante profundos, en zonas muy críticas, por lo que pudo tocar órganos vitales en el abdomen y provocarle una hemorragia interna", ha señalado Barón.

Los sanitarios del Summa-112 que llegaron al lugar de los hechos le practicaron durante una hora labores de reanimación, ya que el hombre se encontraba en parada cardiaca. El herido fue trasladado en estado crítico al Hospital de Torrejón de Ardoz, donde poco después falleció.

PRESENCIA DE "DROGAS MUY FUERTES"

La autopsia preliminar de los hechos determina que murió desangrado por las autolesiones, ha informado hoy la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid. La necropsia completa y el informe toxicológico será el que determine si había tomado o no sustancias estupefacientes.

Para el concejal de Seguridad y el equipo médico consultado, todo apunta a que sí, "drogas muy fuertes" que denotan una agresividad 'in crescendo' a lo largo de la mañana, conclusión que sacan todo después de visionar las imágenes de las cámaras de seguridad y de que en un momento dado pidió a los agentes que "le dejaran meterse un tiro de cocaína".

También sospechan de que el fallecido pasaba un proceso depresivo previo. De hecho, llevaba sin ser localizado en Alcalá, donde residía, por sus allegados desde hacía varios días. El Ayuntamiento esperará a que la Comandancia de la Guardia Civil les comunique los detalles de la investigación.