TAtdemás de los constructores, son los bancos y cajas a quienes oímos estos días llorando más por la crisis. Parece que el fuerte incremento de la morosidad y el descenso de ingresos por plusvalías están provocando el llanto de las entidades financieras (curiosamente el único sector en el que está creciendo el empleo es en el del cobrador del frac). Total, que todo lo que está ocurriendo ha originado que el beneficio neto de bancos y cajas descienda cerca de un 19%, según los últimos datos del Banco de España. Aquí cabe preguntarse si es que las cosas les van mal o lo que ocurre realmente es que no les va tan bien. Haciéndome estas preguntas he recordado una curiosa historia que me ha servido como respuesta. En 1952, la tranquilidad de Middleton, una pequeña ciudad de Estados Unidos, en el estado sureño de Tennessee, se vio alterada por el atraco a un banco que realizó un tal Henry Bondurant . Armado con una pistola redujo al cajero de un balazo y se llevó el dinero de la caja fuerte, poco más de 18.000 dólares. El disparo alertó a todo el pueblo y a la policía, que en su persecución le disparó para poder reducirle. Bondurant, herido, fue perdiendo todo el dinero robado por una de las calles hasta que los agentes consiguieron detenerle. Los vecinos se apresuraron a recoger el dinero para devolverlo al banco y, más tarde, cuando la entidad financiera hizo el recuento se encontró con la sorpresa de que había 80 centavos de más. El banco había tenido ganancias a pesar de haber sido atracado. Los datos del Banco de España indican que el beneficio neto de las entidades financieras ha sido menor, pero reflejan que ninguna ha presentado pérdidas. Todas han ganado. Aunque sólo sean 80 céntimos.