La Audiencia de Barcelona ha decidido reabrir la causa por el atropello de tren ocurrido el pasado 23 de junio en un apeadero de Renfe de Castelldefels (Baix Llobregat), en el que murieron 12 personas, la mayoría de ellas jóvenes suramericanos que iban a celebrar la verbena de San Juan en la playa.

El tribunal ha estimado "en lo fundamental" los recursos presentados por los abogados de varias de las víctimas en contra del auto dictado por el juez encargado del caso, que decidió el sobreseimiento de las actuaciones judiciales por entender que el siniestro se debió a una actuación "imprudente y temeraria de las víctimas".

En su auto, la Audiencia señala que se debe continuar con la instrucción de la causa dando "la oportunidad a la totalidad de las partes para que propongan las diligencias que consideren convenientes". Entiende el tribunal barcelonés que en la instrucción del caso se produjo "evidente vulneración al derecho a la tutela judicial efectiva".

APOYO A LA INSTRUCCIÓN

No obstante, la Audiencia de Barcelona no da la razón a los abogados de las víctimas, que consideraban rápida y poco profunda la investigación judicial. A juicio del tribunal, el juez instructor practicó "las diligencias esenciales para determinar lo sucedido y que se han llevado a cabo con una celeridad que tampoco puede confundirse con la precipitación".

El atropello tuvo lugar durante la verbena de San Juan, cuando varias decenas de personas cruzaron las vías para dirigirse a la playa de Castelldefels, sin utilizar los pasos subterráneos. Un tren Altadis que circulaba en esos momentos por la zona atropelló a las personas que intentaban cruzar las vías y causó la muerte a 12 de ellas.