El consumo de cocaína sigue creciendo en la Unión Europea, con España a la cabeza, mientras que el uso de otras drogas como el cannabis empieza a estabilizarse entre los jóvenes a pesar de seguir siendo la droga ilegal más popular. Estas conclusiones se extraen del último informe anual del Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías (OEDT), presentado hoy por su director, Wolfgang Gotz, en rueda de prensa.

Götz no supo dar una respuesta concreta a por qué en España la cocaína está tan extendida pues, según él, existen "controles más severos" que en otros países. Pese a ello, el director del Observatorio se atrevió a apuntar a la especial vinculación con Sudamérica como una posible causa del auge ininterrumpido de la cocaína en España los últimos años.

En el conjunto de la UE, el informe revela que cerca de 4 millones y medio de europeos de entre 15 y 64 años (el 1,3 por ciento de la población) consumieron cocaína en los últimos doce meses, un millón más que en el año anterior. El consumo osciló en 2006 entre el escaso 0,1 por ciento de la población en Grecia y el 3 por ciento en España, que sigue a la cabeza. "Pese a las grandes diferencias entre unos países y otros, los nuevos datos confirman que la cocaína es la droga estimulante más consumida en Europa", indica el estudio.

El informe, que pasa revista al consumo de drogas en cada uno de los países de la UE, y Noruega y Turquía, destaca que "tras más de una década de crecimiento en el consumo de drogas, Europa podría estar entrando en una etapa más estable". Los progresos positivos en el último año se han producido, en particular, en el consumo de cannabis, que parece haberse estancado después de un periodo de crecimiento sostenido y cuya popularidad muestra "indicios de reducción entre los jóvenes".

También la heroína y otras drogas por vía parenteral (las que se introducen en el organismo por vía distinta de la digestiva, como la intravenosa, la subcutánea, la intramuscular) "han cedido terreno en general". Sobre el cannabis, el informe señala que el 13 por ciento de los europeos de entre 15 y 34 años lo consumieron el pasado año, porcentajes que fueron más elevados en España (20%), la República Checa (19,3%), Francia (16,7%), Italia (16,5%) y el Reino Unido (16,3%). El informe destaca que, sin embargo, "los porcentajes se han estabilizado o han empezado a disminuir en España" y que han caído de forma importante en la República Checa, Francia y el Reino Unido.

En el apartado de las drogas sintéticas, entre las que se incluyen el éxtasis y las anfetaminas, señala su consumo "parece ser relativamente alto en sólo unos pocos países, concretamente en la República Checa, Estonia y el Reino Unido, y en menor medida en Letonia y Holanda". Por otra parte, el informe indica que entre 7.000 y 8.000 personas murieron el pasado año como consecuencia del consumo de opiáceos, lo que pone de manifiesto que "los niveles de muertes relacionadas con las drogas (...) ya no van en descenso".

El observatorio denuncia la ausencia en la UE de un enfoque preventivo en ese área y pide a los responsables políticos "más atención" para afrontar la cuestión. Entre las medidas que pueden contribuir a reducir las muertes relacionadas con las drogas, el informe cita un acceso más fácil al tratamiento, las estrategias para reducir el riesgo en el caso de los drogodependientes que salen de la cárcel o la formación en primeros auxilios a los heroinómanos a la hora de responder a una emergencia.