De entre todas las actividades que se pueden realizar por internet mediante los virus, cada vez surgen mas casos de acusados de tráfico de pornografía infantil, en los que el ordenador se llena de este material sin conocimiento del usuario. Los pedófilos usan ordenadores infectados para descargarse imágenes pornográficas ilegales sabiendo que en caso de persecución legal por la descarga, el imputado será el usuario, ignorante del terrible contenido de su ordenador.

Los pedófilos pueden explotar ordenadores personales infectados por virus para almacenar y visualizar imágenes y vídeos atroces, sin miedo a ser cogidos. Los usuarios, sin saberlo, tienen el ordenador repleto de pornografía infantil y no se percatan de ello hasta que la policía llama a las puertas de sus casas.

Miles de dólares para demostrar la inocencia

Una investigación de la agencia de noticias Associated Press (AP) alerta de la amenaza que supone para gente inocente ser acusada de pedófilos por compañeros de trabajo o familiares, que se encuentran por sorpresa material pornográfico en los ordenadores. El hecho en sí supone un gasto de miles de dólares para que las víctimas puedan demostrar su inocencia, a parte del consecuente impacto a nivel psicológico.

En la investigación, AP ha realizado entrevistas a gente a la que se le ha encontrado porno infantil en sus ordenadores. La agencia de noticias también ha repasado los expedientes judiciales y ha hablado con los presuntos culpables, la policia y los especialistas en examinar ordenadores.

Perdió su vida por algo que no hizo

Uno de los casos implicó a Michael Fiola, antiguo supervisor de los trabajadores en una agencia de Massachusetts. En el año 2007, los jefes de Fiola sospecharon de la cuenta de internet del ordenador portátil de su empleado por mostrar un uso más elevado que el de sus compañeros. Un técnico, que supervisó el aparato, encontró pornografía infantil en una de las carpetas. Inmediatamente Fiola fue despedido y acusado de posesión de pornografía infantil (delito que conlleva una pena de cinco años de cárcel). El empleado recibió amenazas de muerte, vió los neumáticos de su coche acuchillados y fue perdiendo a todos sus amigos.

Para luchar por su inocencia, Fiola y su mujer gastaron unos 170.000 euros en honorarios legales, se quedaron sin sus ahorros, tuvieron que vender su coche y se vieron obligados a sumergirse en una segunda hipoteca. Una investigación que se realizó en su defensa, reveló que el ordenador portátil de Fiola fue infectado y programado para permitir la visita de unos 40 sitios de pornografía infantil por minuto. Mientras el matrimonio estaba cenando fuera de casa una noche, alguien entró en su ordenador y visualizó porno durante una hora y media.

Finalmente, tras otra investigación, se demostró que Fiola era inocente. Sin embargo, el caso le arruinó la vida a él, a su esposa y a toda su família. Desde entonces, el matrimonio tiene problemas de salud debido a la tensión por todo lo vivido. Fiola se ha dirigido a docenas de abogados para conseguir demandar al estado, pero los letrados no quieren proseguir con la demanda, ya que estiman que la cantidad que pueden ganar es ínfima.

Evitar las fuentes desconocidas y las páginas malévolas

Unos 20 millones del aproximadamente un billón de ordenadores conectados a internet en todo el mundo se encuentran infectados por virus que pueden dar a los hackers el control pleno, según un fabricante de software de la empresa F-Secure Corp. A menudo, los ordenadores son infectados cuando los usuarios abren ficheros adjuntos del correo electrónico de fuentes desconocidas o cuando visitan una página malévola de internet.

"Los pedófilos son como langostas que descienden sobre un maizal: comen todo lo que encuentran a su vista y siguen adelante hacía el siguiente maizal", ha explicado Erico Goldman, director académico del Instituto del High Tech Lay Institute de la universidad de Santa Clara. Goldman ha representado a varias empresas web que descubrieron que los pedófilos abusaban de sus servicios legítimos.

Sin la custodia de su hija

Pero los pedófilos no siempre están implicados. El porno infantil puede llegar a un ordenador como consecuencia de una travesura enferma o una tentativa de enmarcar al propietario del ordenador personal. Han existido multitud de casos de gente que se ha visto implicada en pornografía infantil sin saber como había llegado a su ordenador. Probar como ocurrió es muy dificil.Es el caso de un hombre que fue víctima de un virus que cambió la página inicial de su navegador de internet por pornografía infantil, un descubrimiento que hizo su hija de siete años. El individuo perdió la custodia de la pequeña y pasó más de una semana en la cárcel. En otro caso, los compañeros de trabajo del encargado de un hotel británico encontraron porno en el ordenador de su jefe.

La 'Defensa SODDI'

La inculpación de un virus informático por pornografía infantil es una estratagema utilizada por los pedófilos que el federal James Anderson, de Wyoming, ha llamado Defensa SODDI: Algún Otro Tipo lo Hizo. Para Damon King, abogado para la Explotación Infantil del Ministerio de Justícia Estadounidense, la defensa del virus no tiene ninguna fuerza para los inculpados de delitos de pornografía.

Es difícil contar con la certeza de como un archivo determinado ha llegado a un ordenador personal. La única manera de poder probar la inocencia del individuo es con increible gasto económico en contratar especialistas que, al revisar los ordenadores, puedan hallar los virus culpables de la presencia del porno. Y aún así, en ocasiones la incertidumbre sigue acechando la verdad.