Un 25% más de nuevos casos. Inglaterra vive una subida alarmante de jóvenes de entre 16 y 25 años forzados a abandonar el hogar familiar por culpa del rechazo de sus padres a su condición sexual. Dos importantes organizaciones, que abordan específicamente de estos incidentes, han revelado las cifras de sus últimos ejercicios. Los afectados entrevistados por el diario The Independent, sensible con la causa y promotor de una línea de teléfono 24 horas a las víctimas, apuntan a un perfil concreto de familias. Se trata de padres extremistas, radicalmente en contra de los derechos de igualdad para el colectivo de LGBT (Lesbianas, Gays, Bisexuales y personas Transexuales) vigentes en el Reino Unido.

Los casos descritos por los protagonistas engloban desde fuertes discusiones a expulsiones de la vivienda de forma violenta. Una testimonio explica la situación de un afectado cuyos padres querían enviar a África para arreglar su tendencia sexual. Otra adolescente relata cómo su madre cambió los cerrojos de casa después de sincerarse. The Albert Kennedy Trust y Stonewall Housing, las dos organizaciones que han expresado su preocupación, estiman que 4.800 jóvenes LGBT ingleses no tienen techo o viven en un entorno hostil.

Resulta contradictoria la ascensión de estos sucesos con la política igualitaria e inclusiva defendida por el gobierno británico en los últimos tiempos. El exprimer ministro David Cameron se congratulaba, el pasado mes de julio, de haber impulsado la ley del matrimonio homosexual en el 2014: «Gran Bretaña fue uno de los primeros países con un gobierno de centroderecha en dar ese paso». Según los datos de la Administración, se han invertido 500 millones de libras (unos 587 millones de euros) en los últimos seis años para combatir la situación de los sin techo, habiéndose reflejado un descenso del 17% en jóvenes de 16 a 24 años.

Sin embargo, la intolerancia de algunas minorías se ha hecho más visible en los meses posteriores a la votación del brexit. Los casos de racismo y homofobia se han disparado, hallándose detrás personas que se sienten ahora más legimitadas a expresar su odio a quienes consideran diferentes.